LOS EMBAJADORES DE LA ANTIDEMOCRACIA
Hoy por la tarde (14 julio 2009 4:20 PM -hora local-) CNN en Español transmitió una entreviste
con un representante de la Conferencia Episcopal de Honduras, quien afirma
que no hay masacre en Honduras y que los soldados no ametrallaron los buses de los agricultores
que manifestaron contra los golpistas.
Al parecer a Micheletti se acabaron los argumentos políticos y además de aliarse
con torturadores y asesinos de la decada de los ochenta, ahora ha presionado a la
cúpula de la Coferencia Episcopal Católica Hondureña para que defiendan y certifiquen su atrocidad
en contra de la Democracia del país centroamericano.
No importa si manda al mismo Papa, o a cualquier otro "Pastor" o "Apóstol" o cualquier
otro "Bendecido" de las diversas tendencias religiosas que existen, y que en su afán de
ser beneficiados por estos mercenarios de la antidemocracia. Cualquiera puede viajar y
dar los discursos y dar testimonio de que no fue un Golpe de Estado, pero eso no es más
que la reiteración de un trabajo permanente de desvirtuar la verdad de que Micheletti y
su gabinete están convirtiendo a Honduras en un país que vuelve a la desgraciada situación
política de Gobierno de Facto, amparada por la impunidad y complicidad del Ejercito de
Honduras, quien cobardemente además de convertirse en asesino de la población que les
paga los salarios, defiende a los mismos que han hecho de Honduras uno de los países más
pobres de Latinoamerica. Los soldados son tan ingenuos, pensando que al tener las armas
y con la intimidación y la amenaza de desaparecer o asesinar a quienes resisten y rechazan
el Golpe de EStado en Honduras, van a lograr que los ciudadanos se resignen, están equivocados.
Los soldados, los políticos y los miembros del organismos judicial, creen que defender a
los gestores del Golpe de EStado en Honduras es el camino a sus intereses personales, sin
entender que han condenado a sus propias familias (esposas, hijos e hijas, nietos y nietas)
a la vergüenza histórica de pertenecer a los traidores de esta nueva generación antidemocrática
para la región latinoamericana.
Cuando se vincula la "fe" con la política, se vuelve a los tiempos del feudalismo de la Edad
Media cuando los evangelistas, bajo la "farsa" de que defendian la "fe cristiana" asesinaron
a miles de indigenas de nuestros países, promoviendo un genocidio que la historia ha reconocido
bajo una clara intención totalitarista y de exterminio invasionista que se requería para saquear los recursos
de latinoamerica. Si desde hace más de cinco siglos los "representantes de la fe" ante los hombres
han sido complices y usurpadores, violadores, gestores y promotores, de la desigualdad y la alienación
de la gente de nuestros países, ¿por qué, bajo que argumento, se podría creer a otro más, de los tantos
que seguirán haciendo el "Trabajo sucio" en la labor de la opinión pública para defender a los asesinos
y represores golpistas?, empresarios que continúan siendo las sanguijuelas de los países y nunca estarán de
acuerdo con la transformación democrática de nuestra gente, es decir, nunca les interesará el desarrollo
cuando éste implique que su riqueza tendrá que diversificarse y compartirse, de acuerdo a la evolución
de la oferta, la competitividad sanamente planteada, y donde la economía se humanice. Pero claro
mientras en la actualidad la humanidad sigue esclavizada a una economía para los herederos de los mismos
colonialistas que segun lo demuestra la historia, eran pillos, holgazanes y muertos de hambre en el otro
continente, y hasta que llegaron acá se enriquecieron a costillas de nuestros ancestros indigenas.
La región latinoamericana sufre el pillaje de los mismos "indeseados" ancestrales que destruyen
la democracia cuando, como históricamente se sabe, implica igualdad social.
Lo bueno, es que Dios y la fe, no está en estos herejes y mercaderes de la mentira, bajo la que
se enriquecen con sermones de fariseos. Bueno que la gente que resiste en Honduras sabe, por su
propia experiencia que estos "padrecitos" no pasan de ser otros más de los cobardes que trasiegan
con la dignidad de un país.
Son esos miembros de la Conferencia Episcopal de Honduras, el mejor y el más claro ejemplo de
los Embajadores de la Antidemocracia en el mundo, y lamentablemente, del vecino país hondureño.
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