DOS NIÑAS ESPERANDO VER LAS ESTRELLAS DEPUES DE LA LLUVIA (Novela Experimental) (2003)

DOCUMENTAL "EL PENULTIMO G" (2007) de Utrillo (Guatemala) (COMPLETO)

NOTICIAS Portada telesurtv.net


HONDURAS por la Reforma Constitucional

Twitter HONDURAS EN LUCHA CONTRA EL GOLPE!

Mafalda: ayer, hoy... y siempre

"TROTAMUNDOS" Poesía Infantil (13 obras) leer online

PIEDRABRISA (Novela) de Utrillo (Leer online)

SUICIDIARIO de Utrillo Leer online

viernes, 18 de diciembre de 2009

LOS EMPERADORES DEL PLANETA (CUMBRE CAMBIO CLIMATICO)
























LOS EMPERADORES DEL PLANETA

Del indiscutible dramaturgo Norteamericano Eugene O´neill una de las obras indispensables en la lectura de su trabajo se encuentra “The Emperor Jones”, una de las reveladoras obras de su tiempo que con el mismo elenco que lo formó en su temporada de estreno, desgarró el velo que impedía a los actores afroamericanos representar papeles protagónicos en el Teatro Norteamericano. Aunque el actor que protagonizó esa primera temporada de The Emperor Jones quedó estigmatizado (como sucede en algunas ocasiones con el personaje y el actor, claro, cuando el actor se logra fundir con el personaje creado por el dramaturgo) y luego siguió su trabajo escénico sin alcanzar la relevancia actoral que ya lo había consagrado; esta obra, es una analogía del poder humano en la conciencia tanto de quien ejerce la violencia, como acción de sometimiento, también como un acto de dominio ante la realidad. Esta obra, al igual, que muchas otras manifestaciones de la sociedad se hacen convenientes para estos tiempos donde los Emperadores del Planeta se congregan en COPENHAGUE para discutir el destino de todos los que lo habitamos. En esas conferencias, cada todopoderoso de su territorio no renuncia a continuar con el exterminio de los recursos en interés de la riqueza y la conciencia “mediática” de que su acción es “plausible”. Es tan parecido a las historias que escribieron los Frailes españoles que llegaron con los ejércitos desde la Península Ibérica, cuando invadieron el continente de América, estos “evangelizadores” tenían tres funciones, la primera era exterminar cualquier evidencia de cultura “diabólica” (ejercer la censura) por eso se quemaron códices y etc.; la segunda era someter la conciencia de los indígenas del continente a la cultura “ad-hoc”; la tercera, que quizá no está planteada explícitamente pero que formó parte del “procedimiento de reconstrucción de la civilización” estableciendo que la Historia de nuestro Continente sólo era verídica de acuerdo a sus “Crónicas”, “Anales”, y al leer uno estas obras, como por ejemplo, HISTORIA DE YUCATÁN del Fraile Franciscano de apellido Cogolludo (la cual leo actualmente para un proyecto), refleja cómo parte de nuestro país, en este caso el área de Petén, fue “evangelizada”. La civilización humana por evidencias históricas, ha sido una cadena de imperios, los imperios de los siglos pasados no son tan bárbaros como los que existen en estos tiempos, incluso actualmente los niveles de barbarie y deshumanización son superiores y constituyen el mayor retroceso humano en el desarrollo de sus conocimientos. Guatemala, Latinoamérica, y el Mundo, si es posible, serán testigos de esos actos que los Emperadores del Planeta fijan en este tipo de eventos y luego se encargan de que su Conciencia Corporativa (Medios Masivos de Difusión) difunda, o mejor dicho, confunda en la conciencia de los ciudadanos para que la humanidad siga creyendo que todo lo generado en estos eventos realmente genera soluciones, y muy al contrario sólo prolonga las acciones reales. Pero hay que tener mucho cuidado, no vaya ser que un día de tantos el planeta Tierra se convierta en BRUTUS JONES (protagonista de THE EMPEROR JONES) o en CANEK (uno de los itzaes que fue perseguido por herejía por no someterse a la “Fe” de los invasores).

viernes, 11 de diciembre de 2009

LOS LIBROS QUE FALTAN acerca del libro del Asesinato de Colom Argueta




LOS LIBROS QUE FALTAN

Con la Feria del Libro, me topé con una obra reciente del CEUR, considero que la investigación ASESINATO DE UNA ESPERANZA (editado Marzo 2009), realizada por el sociólogo Félix Loarca Guzman, está dentro de los primeros intentos inteligibles para compartir información y datos, que puedan revelar la realidad que envolvió aquel atentado contra uno de los representantes políticos más relevantes de esos años en Guatemala, el asesinato del Lic. Manuel Colom Argueta. En este breve comentario, haré algunas observaciones acerca de algunos detalles que desde mi perspectiva alteran o comprueban la realidad de este suceso, no sin antes, reconocer que mi punto de vista nunca intentaría agotar un tema que aún tiene pendiente un libro más profundo que lo trate. El primer punto que me interesa es la cantidad tan lamentable de errores de redacción que posee esta obra, que en la primer lectura que hice de este libro logré contabilizar más de cien, lo cual deja una tarea formal al equipo editorial del CEUR, porque tratándose de un tema tan importante, igual importancia merece la presentación de su resultado. Ahora pasemos a algunos fragmentos que dentro de la temática tratada han sido planteadas por la tangente de una “Historia” ya supuesta que siempre ha sido parte de la cultura del mundo tal cual se preserva en permanente desigualdad social. Entre los tantos enunciados dogmáticos que pueden debatirse, están los que afirman que desde la muerte de Colom Argueta no existió manifestación alguna de Liderazgo social en el país, lo cual es incoherente a partir de que la represión continuó e incluso se acentuó más en los siguientes años al asesinato de Colom Argueta. Cabe resaltar que algunas de las afirmaciones, intentan incluso asegurar que ya no se manifestó resistencia alguna, ni intelectual ni política y que la población quedó muda, lo cual es totalmente falso, y desvirtúa esa parte de la historia que nadie quiere contar y que en la actualidad sólo quedan como anécdotas que son no-reconocidas por los mismos represores de esos tiempos. Entre algunos aspectos planteados, se refiere que en la época que Ydígoras estuvo en el poder, fue un hecho “positivo” el que se redujeran los vejámenes contra la población que manifestaba su rechazo al militarismo que regía el país; esto es algo, que en un simple análisis refiere que la tolerancia de la gente había llegado a un punto de resignación, lo que me parece una conclusión a medias, cuando todas las formas de gobierno militar en Guatemala fueron siempre represoras, sin matices aceptables, porque todas manipularon y aplicaron la violencia y la aniquilación de la oposición civil (inciso 2.8.4. del libro citado). Aunque no alcanzarían las observaciones a esta obra, sólo cito unas cuantas para que las demás puedan ser valoradas por los expertos, porque incluso hasta la incrustación de la imagen de Christian Tomoushat es un ingrediente gratuito en el contenido de la obra que refleja un vacío conceptual en el nivel semántico de lo que plantea el contenido. Y en un intento por entender la cantidad de reveses que presenta el libro, busco explicaciones para éstas, como por ejemplo, la posible urgencia por hacer pública la obra hizo pasar por alto los mismos. En las conclusiones 9 y 10 del libro, como lo indica; en la conclusión 9 afirma que el FUR (Frente Unido de la Revolución) se extinguió (eso hace pensar ese enunciado) inmediatamente después del asesinato de Colom Argueta; lo cual es totalmente falso porque incluso en los años ochenta la organización política continuó su trabajo, claro que diezmada pero resistiendo a la indiferencia social que provocó su historia de ser perseguida por los represores militares (por eso adjunto copia de volante de propaganda del FUR de los años ochenta, que casualmente en mis años de infancia repartía por los mercados de la zona central de la Ciudad de Guatemala). En cuanto al inciso 10 de las conclusiones, indica que “Guatemala se quedó sin intelectuales y líderes, aunque no todos murieron. Muchos huyeron o se refugiaron en el anonimato y en el silencio.” Lo cual es parcialmente cierto, pero no indica el investigador que otros “intelectuales” se “alinearon” a los represores militares a cambio de dádivas de poder y dinero y esos “huesos burocráticos” tan convenientes que aún hoy, estoy seguro muchos de éstos siguen derrochando y apoderándose de los impuestos de la gente que sufrió la represión. No es cierto que Guatemala se quedó sin líderes, Guatemala aún hoy tiene ciudadanos que RESISTIERON esos años de terror y siguieron el liderazgo y mantuvieron su respeto a la defensa de la equidad por la nación más humana.
Ahora, con respecto a las referencias de consulta del investigador, resulta interesante que no cite ni a Carlos Figueroa Ibarra, ni a Piero Gleijeses, lo cual me transmite claramente la “objetividad” sesgada de la documentación.
En fin, mi insistencia en algunos de los tantos detalles que están por descubrirse en esta obra, sólo nacen de la conciencia humana que me hace permanecer incrédulo ante el hecho de que la USAC lo haya publicado tal cual es, sin reparar en tan “evidente$” escamoteos; y me devuelve los pies a tierra como muestra de ese testimonio de la historia que me fue mostrada sin maquillaje por mis padres, testigos reales de parte de esta época.
Si de mi dependiera, no se habría publicado esta obra como está editada, pero sólo es un supuesto que nunca sucederá, y si algo vale la pena esta investigación es corregir con la vergüenza, el espíritu y la conciencia de que ni siquiera el mismo Colom Argueta lo habría publicado con tan pletóricos abusos a la inteligencia.

Como no tienen nada que responder por sus propios partidos que no le han ofrecido ninguna alternativa al país, como ellos son los responsables de este régimen que vivimos, como ellos son los responsables de la situación económico-social que vivimos, como ellos no han sabido garantizar la paz, la libertad, el proceso democrático, la producción, como resultantes del ejercicio de libertades de todos los sectores de la sociedad, como ellos no han sabido garantizar la alfabetización y la escuela a todos los niños, como ellos no han podido garantizar la producción agrícola de alimentos para la nutrición de nuestra población que es la penúltima de América Latina, sólo han sabido usar dos cosas: represión y la instrumentalización de la mentira.
Manuel Colom Argueta