DELITO HUMANITARIO: ALIMENTANDO LA TUMBA DE LA HUMANIDAD

Cada día en el Mundo se comete un DELITO HUMANITARIO que revela la hipocresía de una sociedad que se cava una tumba del tamaño de sus propias atrocidades. Algunos ejemplos sencillos son los sucedidos en los países latinoamericanos, otros europeos, que revelan una falta real de acciones en concordancia con la “propaganda de Estados” que siempre se muestran en los MDM y supuestamente presumen de propiciar el desarrollo integral de los pueblos. EN MEXICO (en julio 2009) se tiraban aproximadamente 2 millones de litros de leche “Diaria” por falta de mercado (fuente: noticieros de ese país). En Bélgica el recién pasado día miércoles 17 de septiembre se tiraron tres millones de litros de leche, según información de APTN. Según otras fuentes, diariamente se tiran 17 mil toneladas de alimentos en México. Aunque parezca extraño, quizá si nos preguntáramos por cifras de alimentos desperdiciados o “tirados” en Guatemala, no nos resultará extraño que estas cifras simplemente no existan o tengan la etiquetita “ND” (No disponible) que es lo mismo que decir “No tenemos la más remota idea, porque nunca se nos había ocurrido que ese tipo de dato era importante para un país” (Sic). Guatemala, incluso, en sus instituciones gubernamentales, algunas con tan pocos recursos, muestran un avance en la elaboración de material e información detallada de la situación del país, lo que amplia y permite generar decisiones y herramientas técnicas y especializadas para resolver la situación de forma gradual. La SESAN (Secretaría de Seguridad Alimentaria) aunque aún no facilita todos los datos, porque no tiene capacidad financiera para ejecutar estudios en toda la región del país, nos plantea en un informe que incluye esta gráfica donde se observa el ciclo de cosecha en el año para un agricultor. Como es posible entonces, que mientras se comete un DELITO HUMANITARIO de tirar alimentos que salvarían a naciones enteras de la inanición, se construya un mundo de falacias fundadas en el mercado de los productos y no de la verdadera sostenibilidad de la humanidad. Muchos de los países europeos, o los tan conocidos “países del primer mundo” financian programas de política estratégica en nuestras naciones, en vías de desarrollo, como en el caso de África se benefician con las armas que les venden para perpetuar la lucha tribal y dictaduras defendidas por "niños soldados" reclutados por el hambre de sus regiones, beneficiados con los minerales que compran a precios de hambre y sobre todo dejan en el desahucio a millones de personas (países ricos en recursos muriéndose de hambre durante décadas).
Porque no, en casos como estos, donde los productos de alimentación básica que se desperdician (como el último caso de Bélgica) se elaboran proyectos que absorban estos insumos no “consumidos por el mercado tradicional” y se integren a un sistema de apoyo internacional contra el hambre de las naciones que permanentemente año tras año conviven con la desesperanza. Porque el apoyo internacional siempre es en correspondencia a intereses de debilitar estas naciones como pueblos soberanos y mantenerlos diezmados para extraer sin ningún problema todos los recursos posibles.
El que en un país que tiene capacidad productiva y tira toneladas, millones, cantidades inverosímiles de alimentos, se convierte claramente en un DELITO HUMANITARIO que con las carencias y las bajas expectativas de Desarrollo que tienen todos los países, si no se generan criterios de trabajo coincidentes entre las regiones, creo que es preferible no recibir apoyo en armas de estas naciones (como aquella idea del vicepresidente de nuestro país de que iba a “cambiar alimentos por armas con el gobierno de Rusia”, una idea que además de ser alejada de la realidad eminentemente agrícola del país). Así como es un DELITO HUMANITARIO que Estados Unidos facilite armas a Colombia en su supuesta guerra contra el narcotráfico, mientras los campesinos colombianos mueren de hambre (según el Programa Mundial de Alimentos -WFP- Colombia tiene cifras semejantes a países de Centro América y África), seguramente la pólvora, las balas y los soldados les servirán para calmar su sed y el fuego de sus estómagos. Delitos Humanitarios lo deben constituir financiar las guerras que asesinan poblaciones, así como dilapidar los alimentos mientras la mayoría de la población se extingue.