MIGUEL ANGEL VAZQUEZ, POETA Y AMIGO

Apenas tenía unos trece o catorce años cuando comencé a leer sus obras, más por inducción de mi viejo, que por voluntad propia, sus poemas abrieron horizontes, porque eso hace la poesía que está bien escrita, y de esos horizontes permanecen no sólo mi admiración por su poesía, sino también por sus obras narrativas, sus estudios y análisis, que en la mayoría de los casos siempre llegaron a mis jovenes manos gracias a la amistad que tenía mi viejo con este gran poeta, con quien en alguna ocasión compartió no sólo ideas y motivaciones políticas, sino además unos buenos tragos para que no se cansara la lengua y el corazón vibrara con plena conciencia de que la lucha social era tan real y posible como su origen en un sueño.
Miguel Angel Vázquez resguardó muchos de sus reconocimientos en la Biblioteca de la ANJUM (Asociacion Nacional de Jubilados Municipales), donde comunmente se encontraban Julio Fausto Aguilera (poeta) y otros artistas de larga trayectoria intelectual. Al enterarme, aunque un poco tarde de su fallecimiento, estas breves y humildes palabras, que son para él, también las escribo para sus familiares, para sus lectores, para su admiradores (entre los que me incluyo)y para todos y todas aquellas y aquellos intelectuales que en el silencio de la perseverancia gritaron con su arte la reveladora y atroz realidad que sufrió nuestra nación. Salud Miguel Angel Vázquez, en nombre de mi viejo y de aquella mañana de sábado cuando te conocí (yo aún el insipido adolescente) y quién diría que de tu palabra, y la de Julio Fausto Aguilera, descubriría que mi existencia sólo respira con la poesía.
Fotos del libro RAZONES PARA LA COLERA (novela) (1991) Editorial Oscar de Leon Palacios, Guatemala.